¿norMaL? la urgencia de desmantelar etiquetas
- Alegría Martínez
- hace 6 días
- 5 Min. de lectura
Actualizado: hace 5 días
Alegría Martínez
Qué emociones amordazadas y viejas angustias pueden liberarse cuando un adulto se deja conducir por una silenciosa, amable y sonriente guía con lacia peluca blanca, rosa o azul, hacia el interior de un espacio en el que tendrá lugar una escenificación destinada a niñas, niños y jóvenes.
Desprevenida, la persona adulta, acompañada de uno o más menores de edad, se ve envuelta de repente en traumas del pasado que todavía la encadenan en el presente, cuando además de observar una escenificación dividida en tres partes, entra a las distintas estaciones dispuestas por Micalea Gramajo y Daniela Arroio, dramaturgas y directoras del montaje titulado ¿norMaL?, inspirado en el cómic, e idea original de Ana Jacoba Bellido, Camila la normal, con la colaboración y textos del elenco, que indaga con creatividad, humor, sarcasmo, dulzura y honestidad, lo que encierra esa palabra que divide y estigmatiza.

Será que la persona adulta baja la guardia cuando una de las tres guías, enfundadas en pantalón y saco negros, con top del color de su peluca, indican con su mano que le sigan los pasos y se siente bienvenida al Centro Cultural Autogestivo, donde tiene lugar este encuentro.
Ante un reducido foro, el público observa desde su butaca a los estudiantes del “Instituto Pantano de la Amargura” -sobre fragmentos de piso y pared a cuadros blanquinegros, como los de un tablero- que tienen cabello azul o rosa en rastas plásticas, un ojo central, tres ojos o tres pares, más de dos brazos, o tentáculos y se alimentan de gusanos de manzana, plantas carnívoras y peces vivos en chapopote.
Hasta este escenario con personajes y estética de historieta, llega Camila, que solo tiene un par de ojos, de piernas y brazos, a quien le gusta bailar, comer manzana sin gusanos y sándwich, lo que la hace blanco del rechazo de sus compañeros de aula.

Una especie de veloz viaje en el tiempo, a ese salón de clase donde se vivieron ratos tormentosos, pasa quizá por la mente y la emoción adulta, mientras niñas y niños espectadores, observan sentados a ras de piso, las pugnas entre estudiantes que necesitan con urgencia ser parte de su comunidad y se hacen más fuertes al unirse en la descalificación.
Un espacio cálido, con luz tenue, rodeado de telas y tendederos, con sillas dispuestas en torno a una tina de metal y cerca de cubetas con agua, espera al público que recibe la bienvenida del actor Sergio Solís, quien guía la experiencia con actitud abierta, amable y voz pausada.
La anécdota cotidiana que el personaje de Solís comparte, respecto a una palabra descalificadora recibida en la infancia, alude al momento en que la persona en crecimiento -agredida entonces de manera habitual y arbitraria- se asumió como un ser incompetente, lastre que cargó durante buena parte de su vida.
La oportunidad de anotar en un trozo de tela la ofensa recibida, la palabra hiriente, la marca de eso que, como al personaje, no nos determina, para diluirla en agua delante de más espectadores que hacen lo propio, descarga y aligera buena parte del peso, en algunos casos hasta el llanto, que se diluye, a la par que el sonido del excusado, rumbo al siguiente suceso.
La visita al colegio donde las y los chicos uniformados con mandiles plásticos y amarillos sobre sus prendas moradas con rallas negras y, en algunos casos bajo su cabello de fomi con caprichosas líneas geométricas, entera a la audiencia de la admiración creciente del grupo por una cantante, cuyos éxitos como “Me encanta el sabor de tus mocos”, los embelesa hasta el aullido.

Un breve parada en una clínica de hospital, donde los gritos desaforados de dolor emitidos detrás de una puerta, tal vez por una paciente que desea modificar alguna parte de su cuerpo, abre paso a la entrada de dos médicos salvajes, que serrucho o martillo en mano, se acercan a una pierna de yeso, o a otra parte del cuerpo falsa para modificarla.
La acción de las guías, en este caso de Micaela Gramajo, bajo su peluca azul, consiste en señalar con una linterna las imágenes que mencionan los cirujanos plásticos, interpretados por Erick Gutiérrez Oto y Mariana Villegas, para mostrar en un veloz recorrido por distintos siglos, los cánones de belleza en algunos países. En esta escena, mezcla de violencia, sarcasmo y humor extremo, los visitantes hacen, más tarde, una propuesta de imagen con la mezcla de diversas partes del rostro, lo que evidencia la caprichosa imposición de “lo bello”.

La marcada diferencia, a partir de la educación tradicional, en la forma de conducirse, de vestir y la elección de los juegos entre niño y niña, tienen lugar en una escena sin palabras, en la que Fernando Lieja Flores y Patricia Loranca, rompen poco a poco los límites de conducta, elección y gustos impuestos a su género, al cruzar la línea e ignorar la alarma que delimita el espacio en colores rosa y azul.
La participación del actor con síndrome de Down, Ricardo Selmen, en el papel de Camila y en el de sí, o de un joven que como él, expresa espontáneamente sus gustos y pasatiempos favoritos, desde el interior de su habitación y de manera directa al público, es parte de otra estación de este recorrido que plantea ¿norMaL?, que como la intervención en la Lavandería, entre telas y baldes de agua, es entrañable y “acaricia con el alma”, como se dice del efecto que logra el apapacho.
El recorrido que propone este trabajo escénico, que integra la breve obra de teatro en tres actos al interior del Instituto “Pantano de la Amargura”, le otorga al público de todas las edades la oportunidad de escuchar, observar, sentir, reflexionar y desenmarañar hábitos, actitudes, significados, palabras que señalan, alteran, separan, etiquetan y estigmatizan a las personas.
¿norMal? es el más reciente montaje de Proyecto Perla, compañía integrada por Micaela Gramajo y Daniela Arroio, que a través de su aportación continua al teatro dedicado a jóvenes audiencias, homenajea a la dramaturga, directora y docente, Perla Szuchmacher, que dedicó su vida a formar artistas profesionales y a hacer un teatro imprescindible para público en desarrollo y adultos en apertura.
Gramajo y Arroio, quienes por lo general forman parte del elenco de sus puestas en escena, en esta oportunidad convocan a un grupo de artistas profesionales que plantea desde el escenario la urgencia de desmantelar las etiquetas de todo tipo, a favor de una existencia más libre y dignamente humana.
El elenco de ¿norMaL? está integrado por: Erick Gutiérrez Oto, Fernando Lieja Flores, Patricia Loranca, Ricardo Selmen, Sergio Solís, Mariana Villegas.
Voz en Conocido/ Desconocido, Tanya Selmen.
Guías y traspuntes de las estaciones: Belén Aguilar, Daniela Arroio, Micaela Gramajo y Emma Malacara. Diseño de escenografía, vestuario y personajes de Camila: Ana Jacob Bellido.
Diseño de iluminación, Melisa Varïsh, composición musical y diseño sonoro, Pablo Chemro, productor general, Gabriel Zapata Z, productora ejecutiva MariCarmen Núñez Utrilla. Producción artística: Proyecto Perla.
Asistente de dirección, Ana María Benítez Correa, música adicional y asistencia, Alfonso Olguín. Asesoría en movimiento para Ricardo Selmen, Fernando Leija Flores, asistencia técnica, Alejandra Cruz P.
Aquí el dato:
¿norMal? se presenta hasta el 8 de junio: sábados y domingos a las 13:00 y 17:00 horas, en EL 77 Espacio Cultural Autogestivo, ubicado en Abraham González # 77, Colonia Juárez.
Comments