Alegría Martínez
En Xalapa vive desde la década de los 80, un artista de la escena dedicado a crear teatros para presentar sus montajes con elencos profesionales y con sus grupos de jóvenes, que ahí muestran el resultado de procesos actorales, de la mano de su maestro. Espacios también abiertos a grandes maestros orientales de danza butoh, como Natsu Nakajima, que han sembrado conocimiento en generaciones de nuevos y experimentados artistas. Se trata de Abraham Oceransky, que ha visto desaparecer espacios escénicos en los que ha invertido su trabajo y su patrimonio.
El director, dramaturgo, escenógrafo, diseñador de vestuario e iluminación, y cineasta, creador del Teatro El Galeón, en la Ciudad de México, al que ha sido invitado a estrenar una obra, en una ocasión, después de haberle puesto su nombre al recinto, externó, en una charla pública realizada el sábado 18 de mayo en el Rancho 2y2, su esperanza de que el próximo nuevo gobierno y la comunidad de artistas xalapeños, se unan en acciones a favor del teatro, en esta entidad.
Con pantalón y camisa de lino en tonos claros, a diferencia del color negro que vistió durante una larga etapa, habló -entre otros temas, de sus inicios en el teatro, cuando fue a ver el examen de actuación de un alumno de Alejandro Jodorowsky en los años 60, y ya no se alejó de la escena.
Compartió detalles y anécdotas sobre algunos de sus montajes emblemáticos como Conejo blanco, -entre otros- inspirado en la obra de Lewis Carrol. Contestó por qué no asistió en su momento a ver la obra Junio en el 93, obra estrenada en 2022, con dirección de Martín Acosta. Texto dramático escrito por Luis Mario Moncada, a partir de la novela autobiográfica de Alejandro Reyes, (1963-1996), -actor y alumno de Ocerensky- titulada “Perdóname Yukio”, en la que su autor, narró el proceso de montaje de Mishima, obra emblemática de este director.
La invitación que el director Abraham Oceransky -en el texto de Reyes convertido en personaje bajo el nombre de Océano-, extendió al actor para montar la obra en Xalapa, así como la crónica de los ensayos, su sentir y el pensar respecto al teatro, la ciudad y sus habitantes, incluidos la descripción de sus encuentros sexuales y su permanente desaliento, se encuentran en el valioso testimonio del actor, quien como onnagata - actor del teatro Kabuki que representa a un personaje femenino- encarnó en 1993 a Mangiku Sanokawa, papel mediante el que alcanzó en aquel entonces, el objetivo de “filtrar todos los matices de la emoción humana” como lo plasmó Mishima en su cuento.
Al llegar al tema de la actividad que Oceransky realiza actualmente, el director se refirió a su montaje en proceso sobre los mayas, respuesta que derivó en los espacios teatrales que ha erigido y ha visto desparecer desde 1969,- menos El Teatro El Galeón del INBAL, que Abraham fundó en 1972 en la Ciudad de México y que desde 2018 lleva su nombre, en el que se presentan grupos programados por la institución.
El creador escénico espera que el nuevo gobierno haga un esfuerzo para dar cabida al espíritu del arte
El director externó entonces su esperanza de que esta vez, ante el nuevo sexenio que se avecina, la realidad de los artistas sea diferente.
“Todo depende de lo que suceda el próximo 2 de junio, respondió Oceransky” y se escucharon risas desde las butacas.
“Sí, sí sí, momento. -atajó el maestro. A mí me consta, porque cada vez que cambia el gobierno me quitan el teatro. Les puedo dar fechas y nombres de quiénes y cómo lo hicieron. Puedo mencionar a Fulano, Sutano y Mengana, porque he perdido teatros desde 1969 a 2018, así, más de diez.
He visto cómo funcionan los gobiernos, pero tengo la esperanza de que venga un gobierno más amplio, donde su expectativa del arte no sea la de hacer un Festival folclórico, sino la de generar un programa que permita, al menos a la comunidad de la Universidad Veracruzana y los artistas que vivimos aquí, tener la posibilidad de llegar al púbico en general de manera adulta, sin competencia y sin broncas para poder hacer mejor cultura.
Mientras todo dependa de un festival y de la beca del Fonca, y que eso sea lo único que hay, además de la falta de espacios teatrales, no se podrá avanzar. Este es un espacio teatral -El Izote, dentro del Rancho 2y2-, pero no puede mantener una compañía.
Lo mismo pasa con mi espacio, no podemos mantener una compañía. O sea, que en realidad, los que somos de teatro y de danza no tenemos posibilidades, a menos que sea en el uno y medio teatro que hay en Xalapa, porque está la Sala grande. La Sala Chica ya no, está borrada del mapa, ahora que ya es bodega, y desde el lado institucional, nadie está peleando por ese teatro, o al menos no se sabe.
El futuro para el público en general será el de espacios como éste,-El Izote- donde no podemos mantener una compañía, ni un grupo grande, ni siquiera un grupo pequeño porque cuánto vas a gastar para que el teatro se llene continuamente, y para poder mantener cuando menos estos gastos. Está difícil, llevo cincuenta años, un poco más en el problema. Entonces ya me lo sé.
Yo creo que este gobierno, si llega a buen lugar, puede luchar por que se hagan más y se abran los teatros. No es justo que a los grupos le den cuatro funciones cada dos meses, y en los peores días. No es justo que haya tanta gente que se dedique a la cultura en Veracruz y que en Xalapa, -donde somos tantos artistas como en Nueva York- no tengamos manera de sobresalir, o al menos de soportar el estar dentro del trabajo teatral o de danza o de música, o de pintura, o de escritura, o de lo que sea.
Me regreso a la historia que les conté hace rato que es la del artista del hambre de Borges, que una vez que superó aguantar el ayuno, murió. Esto no debe ocurrir”.
“Espero que en el próximo gobierno se pueda distinguir la comunidad artística social, que luche, que pida, que exija a los que van a formar parte del gobierno, los que sean, que hagan un pequeño esfuerzo por darle cabida al espíritu del arte. Eso es lo que debíamos hacer en todas partes, pero no estando solos en la actitud de: tú eres de allá y tú eres del otro y tú eres de más allá, no. Eso no sirve. Nunca va a servir. Siempre hay que unirse a otras personas, pero no a mafias, sino realmente unirse. No se pierde la chamba, no se pierde nada con ser lógicos en lo que queremos hacer y en ayudar a los demás, no pasa nada, al contrario, y pues esa es mi esperanza”.
Teatros fundados por Oceransky
Cabe mencionar que entre los espacios teatrales creados por Oceransky se encuentran: La Carpa Alicia, en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México, 1969-1971; el Teatro El Galeón, Abraham Oceransky en 1970, espacio del INBAL, actualmente en actividad; el Teatro “T”, en la Ciudad de México 1976-1986; el Teatro de la antigua Facultad de Teatro de la Universidad de Veracruz, en Xalapa, Veracruz, 1987; el Teatro Studio “T”, en Xalapa Veracruz, 1989; El Proyecto Ejecutivo y Cultural, que Oceransky obsequió al Municipio de Xalapa en 2008, para la realización del Teatro Bicentenario, que no fue concluido por el Municipio de la Ciudad; El Teatro La libertad, carpa inaugurada en 2009, en Manos veracruzanas, en Xalapa Veracruz, que fue desmantelado. Y actualmente, su nuevo Teatro La libertad, en la calle de Fascinación, en Xalapa Veracruz.
La conversación con Abraham Oceransky culminó en un diálogo abierto con los asistentes: actrices, actores, bailarinas, exalumnos, profesores de distintas especialidades escénicas, amistades y artistas de Xalapa y sus inmediaciones, entre aplausos y al final, un brindis bajo la luz de una altísima luna sobre la copa de los árboles.
El Rancho 2y2, espacio para la creación artística
Una placa en cerámica de alta temperatura, color arena muestra el número 2y2 sobre la carretera, en el Camino Real Xalapa-Rancho Viejo. El portón hecho con medios troncos de bambú insertos en una estructura de metal color rojo, da indicios del interior, donde se encuentra el Centro de Experimentación y creación artística, Rancho 2y2.
Bambú, árboles frutales y de macadamia, flores, mariposas y dos perros xoloitzcuintle: Tonatihú y Nahui, habitan el rancho donde cabañas con arquitectura, diseños y decorado artístico, se integran al espacio natural en plena armonía.
Vasijas de cerámica de distintas formas, colores y texturas, adornan muros y repisas de madera, entre frascos de cristal azul rey, figuras de barro, máscaras y un trío de corbatas cerámicas, protegidas por una vitrina de acrílico, al interior de una de las cabañas, dejan testimonio de la creatividad de los fundadores y artífices de este amplio espacio: la artista Rocío Sagaón y el fotógrafo francés Georges Vinaver.
Piedras de gran tamaño hacen las veces de escalones. Artesanía de barro y tragaluces chicos, grandes y medianos, ubicados estratégicamente en el techo de las cabañas, abren paso a los rayos de sol y a una que otra hoja de árbol que se asoma a ratos a la habitación, movida por el viento.
Djahel Vinaver, intérprete y docente de danza clásica Bharata Natyam y Odissi, por más de 35 años, ganadora del 4º Premio a la creación coreográfica Guillermina Bravo, con “Laberinto”, en la categoría Senior del año 2000, dedicada a la cerámica desde hace 15 años, impulsa proyectos culturales a través de su sede, con Joaquín López “Chas”, músico y compositor para la escena.
Djahel, y Pablo Moya, diseñador, editor, coordinador y responsable de Ediciones El Milagro, organizaron la conversación con Abraham Oceransky, al interior del teatro El Izote, espacio íntimo abierto a proyectos de danza y teatro.
A unos pasos del pequeño teatro, se encuentra el taller de cerámica “El tomate”, pleno de vasijas, esculturas, tibores, platones, figuras, máscaras, creaciones como un corazón en llamas, murciélagos de distintos tamaños, vasijas, cántaros, vajillas y cuencos nacidos de diferentes artistas, entre los que se encuentran Djahel y sus padres.
“La nave”, lugar para la fotografía y la escena, conserva aún huellas palpables de las funciones ofrecidas por Adriana Duch, actriz, exalumna de Oceransky y de Jean Marie Binoche, -director de teatro, especializado en máscaras, escultor y pedagogo francés.
Duch, -autora de “El camino de Jean.Marie Binoche hacia la máscara”, quien en este texto, publicado en “Tramoya, cuaderno de Teatro de la Universidad Veracruzana” número 117, hace el ejercicio de describir pormenorizadamente los pasos del método del artista francés, ha continuado con el perfeccionamiento en su trabajo de actuación con máscaras, en el que trabajó con Binoche, por más de diez años.
La Nave es asimismo, el Estudio fotográfico, donde el artista Sebastian Kunold, trabaja y expone su obra en la galería conjunta, espacio donde las imágenes enmarcadas de su creación, imantan la mirada del visitante.
A unos minutos de la ciudad de Xalapa, el Rancho 2y2, es un lugar idóneo para la creación artística, entre naturaleza, belleza arquitectónica y calidez humana.
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