top of page

Edwin Tovar, músico entregado a la escena

Foto del escritor: Alegría MartínezAlegría Martínez

Edwin Tovar sabe a qué suena una obra de Shakespeare, de Brecht, de Luisa Josefina Hernández, una comedia de rock o un montaje para bebés. Compositor, diseñador sonoro, músico con especialidad en percusiones, Tovar es creador de música para teatro. Desde un par de piedras, o una marimba de concierto, distintos tambores, cajas de madera, bombo orquestal, raspadores, maracas, claves, platillos y gongs, hasta su propio cuerpo, el ritmo es lo suyo.


Su participación en más de una veintena de obras de teatro, lo ha impulsado a experimentar con objetos como latas de pintura, botellas de vidrio, mangueras corrugadas para cables de luz, entre otros, para crear sonidos que un instrumento no puede producir. A diferencia de un porcentaje considerable de músicos y compositores que eligen mantenerse al margen del escenario, Edwin Tovar se ha erigido en un actor más al interior de grupos y compañías en los que ha participado como solista o como parte de un ensamble desde la convicción de que la música es otro personaje y su intérprete en escena, es también el actor de una obra.






Entre los pocos músicos con licenciatura en percusiones, Tovar, que ha sido parte de conciertos con la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, la Orquesta de Cámara y Solistas Ensamble de la misma institución, entre otras, trabaja para la escena a partir de lo primigenio en la construcción de ritmos, polirritmias, texturas tímbricas, instrumentos diversos y ha utilizado técnicas extendidas mediante las que con distintos tipos de baquetas, por ejemplo, o con sus manos, encuentra una diversidad de sonidos.  


La obra Enrique IV, de Shakespeare, que bajo la dirección de Hugo Arrevillaga,  representó a México en el Festival Globe to globe, dentro de la Olimpiada cultural, previa a los Juegos Olímpicos celebrados en 2012 en ese país, a cargo de la Compañía Nacional de Teatro – en ese entonces con Luis de Tavira como director artístico- abrió la obra con un solo de bongó que liberó sonidos de batalla.

 

Combates contra la corrupción y el poder, cuestionamientos en torno al honor, salpicados por la picardía de Falstaff, fueron acompañados por percusiones, en las que la marimba tuvo un papel central en la creación de atmósferas tímbricas que según la escenas, Tovar acompañó con un arco de contrabajo, que al frotar las teclas de madera, produjo un sonido ligado, un vibrato extendido, además del producido por la baqueta habitual.   


La guerra final, escena en que la música fue imprescindible, provocó un gran aplauso que después del agradecimiento del elenco, se transformó en una larga ovación por parte del público, dirigida a los músicos ubicados en el piso superior de El Globo. De pie, los espectadores no abandonaban asientos ni patio central para escuchar unos minutos más al ensamble mexicano, tributo enmarcado después en palabras que reconocieron a una de las mejores bandas musicales extranjeras en ese escenario.


El también compositor, autor de dos piezas grabadas, dedicadas al ensamble  de música contemporánea, RAGA, que comenzó su trabajo en teatro en 2016, formó parte de El círculo de cal, espectáculo de Luis de Tavira, sobre “Der kaukasische Kreidekreis”, de Bertolt Brecht, versión en castellano de Eduardo Weiss y de Tavira, que contó con música original y canciones de Rafael Fuentes Orduña “El Gato”.


El montaje, estuvo orientado a “exponer por virtud de la síntesis poética de una parábola, las constantes sociales de un sistema y el profundo dilema ético que atañe a la responsabilidad frente al sufrimiento humano”, -como lo afirmó su director.  

Teatro con máscaras, cómic alusivo a un realismo de distinta naturaleza, envolvió al público en los sonidos emanados de encrespadas olas de mar a punto de devorar al personaje principal, “una mujer que sucumbió a la bondad”; los atronadores pasos de los militares en persecución implacable; las tristes canciones de dos campesinos; el incisivo coro de personajes con impermeable; la atronadora irrupción del gobernador corrupto, entre muchas acciones más, incluida la balanza final de la justicia, no habrían tenido el  impacto logrado de no ser por la equilibrada ejecución de cada elemento involucrado en el montaje, entre éstos y de manera especial, la música.




El montaje de El círculo de cal, que cumplió más de cien representaciones con interpretación de música en vivo, implicó, más allá de un acompañamiento ambientalista, para que cada uno de los sonidos tuvieran vida propia, reto que Tovar asumió mediante la interpretación de un set múltiple de percusiones que incluyeron tarola, toms de batería, platillos, woodblocks, campanas y xilófono, bongos entre otros instrumentos.


Compositor de música original para teatro, arreglista y ejecutante de música para cine y series televisivas galardonadas, a diferencia de un músico de orquesta,  o de géneros como el popular, el folclor, jazz, o rock, Tovar tiene  la sensibilidad para escoger y decidir qué tipo de armonía, de sonido, de ritmos e instrumentos son ideales para dar vida a la propuesta sonora de cada obra teatral.


Más de 16 puestas en escena como músico residente de la Compañía Nacional de Teatro, enriquecen su experiencia, que  además de su participación en diversos Festivales nacionales, incluye la de festejos internacionales como: el Wereld Muziek Theater en Holanda, Bélgica e Italia en 2006; en el mencionado World Shakespeare Festival 2012, dentro del marco de las Olimpiadas Culturales en Londres; el Festival Shakespeare, en Macedonia 2014; el Festival Iberoamericano de Teatro, en  2016 en Bogotá, Colombia, así como el Festival de Almagro 2019 en España.


La predisposición ante determinadas emociones, generadas por algunos instrumentos, notas y acordes, que pueden propiciar por ejemplo, tristeza o alegría, Tovar creó  sonidos cerámicos a partir de su investigación sobre la ceremonia del té japonés, así como en torno a la sonoridad de distintos tipos de vajillas y los diferentes materiales de su factura, lo que conformó la propuesta sonora para la obra Historias del té, que dirigió Daniela Parra, quien solicitó un sonido abstracto para este montaje.


La grabación incluyó la mezcla del sonido producido por tazas, cucharas y vasos de vidrio, entre otros objetos, que mediante un proceso electrónico por computadora incluyó efectos, delays, coros, revers y ecualizaciones en combinación con las voces del elenco para generar diversas texturas. Tracks que con personalidad rítmica intrínseca nutrieron el montaje.


Lodi, obra de la Compañía Seña y Verbo, teatro para sordos, destinada a bebés, que estableció un juego con distintas cajas para crear figuras como la de un tren, fue acompañada con música de marimba, que produjo melodías cálidas y rítmicas   con la baqueta en las teclas de madera. Campanas afinadas, triángulos que generaban timbres de metal de fácil escucha para oídos frescos, pendían de estructuras metálicas para que los bebé pudieran ver los instrumentos que producían los sonidos, como di se tratara de una caja musical escénica.


De formación académica, clásica y contemporánea, a partir de las necesidades de cada proyecto, la creación musical de Edwin Tovar, se diversifica, crece y se expande en acordes, sinfonías, melodías, piezas y atmósferas, a partir del ritmo percusivo, como el del corazón.

34 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page